En cierto sentido, se puede decir que estoy loco. Mi único miedo es que me dejen sólo, y ese miedo es tan profundo y tan persistente, que incluso cuando estoy encima de una mujer, hasta cuando me he soldado con ella, no puedo escapar de la prisión que he creado para mi mismo. Intento toda clase de historias. A veces me pongo incluso a contar, o empiezo a pensar en un problema filosófico, pero no sirve de nada. Es como si fuera dos personas, y una de ellas estuviera mirándome todo el tiempo. Me pongo tan furioso conmigo mismo, que podría llegar a matarme... y en cierto modo eso es lo que hago siempre que tengo un orgasmo. Por un segundo, me destruyo a mí mismo. En esos casos ni siquiera hay un yo mío...no hay nada...ni siquiera una mujer. Es como recibir la comunión. Después, por unos segundos tengo una agradable sensación de ardor espiritual... y quizá continuaría así indefinidamente. Quiero ser capaz de entregarme a una mujer. Quiero que me saque de mí mismo. Pero para eso tiene que ser mejor que yo; tiene que tener inteligencia, y no sólo lo de ahí abajo. Tiene que hacerme creer que la necesito, que no puedo vivir sin ella. Si encontrara una mujer así daría mi vida. En ese caso no me importaría lo que me ocurriera: no necesitaría un empleo, ni amigos, ni libros...ni nada. Simplemente con que pudiese hacerme creer que había algo más importante en la tierra que yo. ¡Joder, como me odio!. La gente piensa que me admiro a mí mismo, y en ello demuestran lo poco que me conocen. Se que soy un gran tipo...no tendría mis infinitos problemas, si no hubiera algo dentro de mí. Pero lo que me exaspera es que no puedo expresarme. La gente cree que soy un Don Juan o un mujeriego. Así son de superficieles esos mequetrefes. Siempre sonrío, poniendo la otra mejilla, para acallar sus fantochadas y sus peregrinajes hacia la envidia y la intromisión. No saben nada de mí, ni nunca van a saber. Ellos sólo dicen habladurías de sus cuchicheos y sus bocanadas de olor a estercolero, mas fuerte que una prolongada alitosis. ¿En serio se ven capaces de hablar de esa manera?...Y tu, ¿te crees capaz?
No nos conocemos ni a nosotros mismos, y todos estamos solos. El amor es una gran mentira creada para sobrevivir al doloroso saber que es la insignificancia del hombre y de la mujer en la tierra. Aunque después no todo es negro, y como digo yo, los idealistas idealizamos, y así nos va. Desgarrador y sublime.Chapó! xD
ResponderEliminarLa soledad es siempre relativa, y la necesidad de alguien, un agujero negro.
ResponderEliminarDeseando leer más Lallo. Un besazo!
Idealista, reflexivo, doloroso y angustioso. Debes quedarte a gusto dejándonos así. Eso si... siempre está bien conocerte un poco más a través de tus lindezas por escrito, que enseñan que no se te puede ver de manera superficial.
ResponderEliminarUn chute para reabrir palabras.
ResponderEliminarBueno tio, eres muy bueno.
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